Contar con un ineficiente sistema de transporte público no solo resta tiempo en el día a día a todos los usuarios que se movilizan por la ciudad, sino que también reduce las probabilidad de acceder a mejores oportunidades laborales y a una mejor educación. En Lima Metropolitana y Callao se cuenta con un sistema Integrado de Transporte (SIT), compuesto por Corredores Complementarios, la Línea 1 del Metro de Lima y el Corredor Metropolitano, sin embargo lo que prima es el uso del transporte público convencional (buses, coasters y taxis), en su mayoría informal, usado hasta en el 86% de los viajes que hacen los usuarios. El impacto de esta situación va más allá del alto nivel de insatisfacción de los usuarios: existe evidencia de que un mejor sistema de transporte reduce los tiempos y costos de viaje, haciendo accesibles mercados laborales que antes no lo eran, aumentando la posibilidad de encontrar un empleo formal, de obtener mayores ingresos y de acceder a mejores oportunidades educativas. Asimismo, puede  incrementar la seguridad vial y reducir las emisiones contaminantes. La transición del transporte público debería ser hacia un sistema accesible para los distintos segmentos de la población y que respete el medio ambiente. Asimismo, los desarrollos de infraestructura de transporte deben apuntar a mejorar la fluidez de las vías, brindar rapidez, comodidad a los usuarios y conectividad con distintos puntos de la ciudad.