Entre 2025 y 2027, el 45% de las carreteras de La Libertad  (casi 4,000 km) podrían volverse intransitables debido a deslizamientos, inundaciones y acumulación de lodo y piedras tras lluvias intensas. Más de 315 mil personas verían afectado su acceso a bienes y servicios esenciales. (CENEPRED, 2025). El impacto ya se siente: Solo en enero, más de 190 km de carreteras quedaron bloqueadas por deslizamientos  , según el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER, 2025).

Las provincias de Pataz y Bolívar fueron las más afectadas, con tramos completamente inhabilitados que han interrumpido el transporte de mercancías y dejado incomunicadas a comunidades enteras.

Pero no es solo la naturaleza la que pone en riesgo nuestras carreteras: la falta de inversión en infraestructura vial empeora la situación. Solo el 32% de las carreteras en la región están pavimentadas o afirmadas (IPE, 2024). Las trochas se saturan con lluvia y se vuelven intransitables, especialmente en zonas rurales, aislando a miles de familias.

A esto se suma una preocupante falta de ejecución presupuestaria. En los últimos 5 años, las municipalidades de La Libertad han dejado de invertir más de S/900 millones en mantenimiento y mejoramiento vial. En 2024, casi 1,400 proyectos viales tuvieron una ejecución menor al 10%, incluyendo la ampliación del Corredor Vial Norte en Trujillo y la rehabilitación de caminos vecinales en la Provincia de Bolívar (MEF, 2025).

Es urgente construir vías diseñadas para resistir eventos climáticos extremos, asegurando un drenaje pluvial eficiente que evite el colapso de las rutas y la acumulación de agua (CAF, 2018). Además, es fundamental garantizar un mantenimiento constante, ya que cada año la infraestructura vial se deteriora debido a la falta de previsión y gestión adecuada (IPE, 2024).

¿Qué otras soluciones deberían implementarse?