Las lluvias intensas pusieron a Ica en alerta. Entre enero y marzo de 2025, 331,296 iqueños enfrentan un riesgo alto y muy alto de inundaciones (CENEPRED, 2024). Hasta febrero, más de 11 mil viviendas han sido dañadas, muchas colapsadas o destruidas (INDECI, 2025). La Panamericana Sur sufrió cortes severos con la caída de los puentes Ingenio y San José, afectando el transporte y provocando paros. Además, 52 km de vías vecinales y 3 km de vías urbanas quedaron intransitables. Las inundaciones también golpean directamente actividades económicas. En el sector agrícola, más de 200 hectáreas de cultivos ya se han perdido, afectando el sustento de miles de familias. Con el comercio paralizado y el transporte interrumpido, los precios suben y el poder adquisitivo cae. En respuesta, el gobierno lanzó el Plan Multisectorial ante Lluvias Intensas 2025-2027, pero solo un tercio de su presupuesto está destinado a infraestructura (Comex, 2025). Además, el presupuesto regional para gestión de desastres es mínimo: solo 2.7% del presupuesto total (MEF, 2025). Para prevenir y enfrentar estos problemas, es urgente invertir en infraestructura resiliente con mejores estándares de construcción y drenaje, fortalecer el monitoreo climático para anticipar emergencias y promover la educación sobre riesgos, para que las comunidades puedan actuar antes de que sea demasiado tarde (Ceplan, 2023). ¿Qué otras medidas se deben tomar para proteger a las comunidades frente a estos desastres?