En 2024, la economía cusqueña apenas creció 0.8%, muy por debajo del promedio nacional de 3.3%, ubicándose entre las regiones que menos crecieron en el país Este bajo crecimiento no es nuevo. En los últimos 5 años, Cusco ha crecido solo 0.7% anual en promedio, menos que el ya modesto promedio anual de 1.2% registrado entre 2015 y 2019. Este retroceso se debe, en gran medida, al declive del sector minero: en los últimos 5 años, registró un crecimiento negativo promedio de -1.4%.

A pesar de las dificultades, en 2024 algunos sectores lograron impulsar la actividad económica. El transporte creció 7.9%, impulsado por la inauguración de la Vía Expresa, el aumento del tráfico aéreo en el Aeropuerto “Teniente Alejandro Velasco Astete” y el mayor flujo de pasajeros en el tren turístico Por su parte, el sector agropecuario creció 5.2% gracias a la mayor producción de cacao, alcachofa y palta para exportación, y al aumento en la producción de alfalfa y papa para el mercado interno (INEI, 2025).

La relación entre crecimiento y bienestar es clara. En 2022, cuando la economía cusqueña logró expandirse 4.9%, la pobreza cayó a 21.6%, el nivel más bajo desde 2017. Y a nivel nacional, entre 2004 y 2019, el 85% de la reducción de la pobreza en el Perú se debió precisamente al crecimiento económico, que permitió la creación de 4 millones de empleos, aumentó los salarios en 50% y facilitó el acceso a trabajos formales (Banco Mundial, 2023).

Para recuperar dinamismo, Cusco necesita modernizar sus sectores productivos y cerrar brechas de infraestructura. Es clave atraer mayor inversión privada, fortalecer las instituciones y mejorar servicios básicos como salud y educación (Banco Mundial, 2024). En minería, urge contar con regulaciones claras, medir el impacto ambiental y social, e impulsar tecnologías más limpias. Cusco tiene potencial para crecer.

¿Qué acciones crees que deberían implementarse para que recupere su impulso económico?