En 2024, la economía de Loreto creció 5.2%, impulsada principalmente por la construcción y el sector de minería e hidrocarburos.

La construcción avanzó 24.9% gracias al aumento de inversión pública en salud, educación y obras locales de agua y saneamiento. Entre los proyectos destacan el nuevo Hospital César Garayar García en Iquitos y la mejora del Centro de Salud San Lorenzo en Datem del Marañón.

El sector de minería e hidrocarburos, por su parte, creció 12.5% por el aumento en la producción de petróleo por parte de PetroTal Perú (INEI, 2025).

El crecimiento de Loreto también se vio reflejado en el empleo: en Iquitos, la tasa de desempleo bajó de 6.3% a 4.2% en 2024. Además, se crearon 4 mil nuevos puestos de trabajo, principalmente para personas mayores de 25 años (INEI, 2025).

Este resultado nos recuerda por qué el crecimiento económico es importante: entre 2004 y 2019, el 85% de la reducción de la pobreza en Perú fue gracias al crecimiento. Durante ese periodo se crearon 4 millones de empleos, los salarios subieron 50% y más peruanos accedieron a trabajos formales.

Sin embargo, el reto para Loreto sigue siendo enorme. A pesar de los avances, el 43.5% de los loretanos sigue viviendo en pobreza, ubicando a Loreto como la segunda región más pobre del país.

Para que el crecimiento económico de Loreto se traduzca en menos pobreza y más bienestar, es necesario cerrar las brechas de infraestructura que limitan el desarrollo. La Universidad de Harvard (2020) señala que mejorar la conectividad, en especial modernizar el transporte fluvial, permitiría reducir costos, facilitar el comercio de productos como frutas y pescado y abrir nuevas oportunidades para negocios y familias.

¿De qué otras formas se puede mejorar el crecimiento loretano?