En 2024, 6 de cada 10 trabajadores arequipeños no tiene acceso a pensiones, seguro de salud ni estabilidad laboral. En otras palabras, más de medio millón de trabajadores está en la informalidad, sin ninguna protección social (INEI, 2024).

Durante 2024, la informalidad laboral en Arequipa solo se redujo en 0.3 puntos porcentuales, lo que confirma que el problema persiste y que mejorar la calidad del empleo sigue siendo un desafío.

En Arequipa, la informalidad tiene múltiples causas. Una de las principales es su estructura empresarial: más del 70% de los trabajadores están en micro y pequeñas empresas (MYPEs), que enfrentan trabas como trámites complicados, poco acceso a financiamiento y falta de apoyo técnico (PRODUCE, 2024).

La alta informalidad no solo afecta a los trabajadores, sino que también frena el desarrollo económico, reduce la productividad y agrava la pobreza (OCDE, 2019). A pesar de esto, la tasa de informalidad sigue igual que en 2023, lo que evidencia la falta de medidas efectivas para mejorar la calidad del empleo.

Por otro lado, el estancamiento de la inversión privada agrava la situación. Se estima que el aumento de un punto porcentual en la inversión privada puede generar más de 12,500 empleos de calidad, demostrando su impacto clave en la economía local (Phase Consultores, 2022).

Para reducir la informalidad laboral en Arequipa, se deben simplificar trámites tributarios, reducir los costos de formalización y ofrecer capacitación a emprendedores (CIES, 2021). Impulsar la inversión privada también es clave, pues genera empleo formal y dinamiza sectores estratégicos (COMEX, 2025). Además, resulta necesario diversificar la economía hacia actividades más productivas y aplicar una fiscalización que priorice el acompañamiento técnico a las empresas (CIES, 2021).

¿Qué otras acciones pueden tomarse para fomentar el empleo formal en Arequipa y garantizar su estabilidad a largo plazo?