Cada 30 de mayo, celebramos el Día Nacional de la Papa, uno de los alimentos más consumidos en el mundo. Nutritiva y versátil, la papa sostiene comunidades, protege la biodiversidad y fortalece economías rurales.

En el Perú, la papa es mucho más que un cultivo: Desde hace 8000 años, es parte de nuestra historia, cultura, cocina e identidad. Por eso, con orgullo, somos el rey de la papa: tenemos la mayor biodiversidad genética del mundo con más de 4000 variedades nativas y otras adaptadas a climas extremos (CIP, 2023). Gracias a esto, Perú lidera la producción en América Latina y sigue conquistando paladares… desde los Andes hasta el Vaticano.

📈En 2024, la papa representó más del 10% de la producción agrícola y generó 1.2 millones de empleos directos e indirectos en su cadena productiva. Más de 700 mil familias campesinas en 19 regiones del país sostienen su economía en este cultivo (MIDAGRI, 2024).

Puno, Huánuco y Ayacucho concentran más del 40% de la producción nacional. Y este año, Huánuco y Ayacucho lideran con el total producido hasta febrero (MIDAGRI, 2025).

Pero no todo es cosecha fértil. Muchos pequeños productores aún dependen de métodos tradicionales, sin tecnología ni infraestructura. Esto limita su rendimiento, los expone a la informalidad (93.5%) y la pobreza (41%). Además, el cambio climático golpea fuerte: solo en el primer trimestre de 2025, la producción cayó 3.1% por lluvias y frío.

Transformar el futuro de la papa exige reformas integrales:
🔸 Inversión en infraestructura
🔸 Semillas de alto rendimiento
🔸 Asistencia técnica e innovación
🔸 Organización productiva
🔸 Acceso a mercados de mayor valor.

Desde el campo hasta la mesa 🍽️, la papa peruana tiene el potencial de liderar un desarrollo sostenible. ¿Qué otras políticas se deberían impulsar para que la papa brille más?